Coincidiendo con el inicio de la celebración del Orgullo de Madrid, el miércoles, 29 de junio, el pleno del Ayuntamiento de Madrid aprueba declarar el Orgullo como una fiesta de especial significación ciudadana y de interés general para Madrid con los votos a favor de Ahora Podemos, Ciudadanos y el Partido Socialista Obrero Español, y la abstención del Partido Popular.

«Los derechos legales del colectivo LGTB todavía no se han transformado en igualdad real, siguen existiendo muchas personas que sufren discriminación a causa de su orientación sexual o su identidad o expresión de género, por lo que mientras que esto suceda el Orgullo es y seguirá siendo necesario y la ciudad, con el apoyo institucional de su Ayuntamiento, debe facilitar el camino para que se puedan seguir reivindicando sus derechos», argumenta Marta Higueras, delegada de Equidad del Ayuntamiento y Purificación Causapié, portavoz socialista en el consistorio en el texto suscrito conjuntamente por PSOE y Ahora Podemos, grupos que han presentado esta iniciativa de manera conjunta.

«Aunque las celebraciones del Orgullo no dejasen millones de euros y atrajesen a cientos de miles de visitantes a nuestra ciudad, yo también estaría en este pleno apoyando la celebración del Orgullo», declaraba Purificación Causapié, que también ha recriminado al PP que pretenda «hacerse fotos a costa del Orgullo», pero no demuestre con hechos su legitimidad para marchar en la cabecera de la Manifestación Estatal del Orgullo LGTB. En la misma línea se manifestaba Marta Higueras, que ha señalado la importancia de esta celebración como acto reivindicativo y el importante impacto económico que supone para la capital de España al incrementarse un 10 % la ocupación hostelera y ascender a 150 millones de euros los beneficios para la ciudad durante la semana del Orgullo, así como facilitar la identificación de Madrid «como símbolo de libertad e igualdad».

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Con esta declaración de «interés general» de las Fiestas de Madrid Orgullo, se anula la aplicación de la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica, que llevó al Ayuntamiento de Madrid a multar con 12.400 euros a MADO, organizadores del multitudinario evento, por sobrepasar el año pasado los niveles de ruido permitidos en el escenario donde se celebró el fin de la manifestación del año pasado, sobre el que también habría estado la propia Manuela Carmena. Al igual que sucede en las fallas de Valencia o en los Sanfermines de Pamplona, la propuesta de PSOE y Ahora Podemos surge como iniciativa para eludir la aplicación de la multa a un evento tan popular en Madrid y que tan buena imagen supone para la capital española que no habiendo podido llegar a acoger los Juegos Olímpicos, sí acogerá el World Pride en 2017, coincidiendo con el cuatragésimo aniversario del movimiento LGTB en España y el décimo aniversario de la celebración del Orgullo de Madrid.

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